viernes, 30 de marzo de 2012





7.5 El gobierno de Lázaro Cárdenas y el plan sexenal, política, agraria, laboral, educativa e internacional.




En la segunda Convención del PNR, en la cual se aprobó el Plan Sexenal se enfrentaron dos fuerzas: la callista conservadora y los que estaban a favor de las reformas sociales representada por Cárdenas, quien inmediatamente declaró la adopción del plan sexenal para guiar su política. Durante los seis años de gobierno, Cárdenas consolidó el régimen revolucionario, respondió a las demandas sociales y antepuso el interés nacional por encima del interés extranjero. A este proyecto se le conoce como nacionalismo económico.





El plan sexenal adoptado por Cárdenas proponía entre sus puntos más importantes:




• Considerar al Estado como rector de la economía




• Elevar el nivel cultural y económico del pueblo




• Luchar contra los privilegios




• Apoyar el reparto de tierra




• Fomentar la organización de obreros, campesinos y sectores populares




• Industrializar el campo




• Impulsar la educación laica




• Explotar las riquezas naturales 15




• Atender la salud




• Nacionalizar los bienes del suelo




En cuanto a la política interna de Cárdenas, se pueden diferenciar tres etapas:




De 1934 a 1936




• Conviven los intereses callistas y cardenistas en un principio.




• Se alentó a los obreros a la huelga




• Se expulsó del país a Calles




De 1936 a 1938 se da lo siguiente:




• Se aplicó el reparto agrario




• Se crea la Confederación Nacional Campesina




• Se creó la Confederación de Trabajadores de México




• Se transformó el PNR en Partido de la Revolución Mexicana




• Integró cuatro sectores al PRM: obrero, campesino popular y militar




• Se realizó la Expropiación Petrolera




De 1938 a 1940:




• Se frenaron las reformas cardenitas




• Surgieron fuerzas anticardenistas




• La oposición de la Unión Nacional Sinarquista




• Se creó el Partido Acción Nacional que se oponía a la intervención




del Estado en la economía y promovía los principios del liberalismo




• Cárdenas apoyó la candidatura de Manuel Ávila Camacho.








LA EXPROPIACIÓN PETROLERA.





Las empresas petroleras habían tenido que enfrentar a sindicatos de empresa y de región, a veces en conflictos graves, hasta antes de 1935. En ese año se reunieron los representantes de 19 sindicatos y constituyeron el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM). El nuevo sindicato, que abarcaba a todos los petroleros, emplazó a huelga a las empresas por la firma de contrato colectivo y aumento salarial. Estas se negaron a otorgar el aumento solicitado y ofrecieron una cantidad menor, 14 millones de pesos, aduciendo que tenían pocas ganancias. Ante la decisión de los trabajadores para llevar a cabo la huelga en mayo de 1937, el gobierno intervino para que aplazaran su acción y nombró una comisión que revisara el estado financiero de las empresas para dictaminar si estaban en condiciones de pagar el aumento solicitado.





La comisión designada, de la que formaba parte Jesús Silva Hérzog, concluyó que las demandas de los obreros no podían cubrirse en su totalidad, pero que las empresas podían otorgar un aumento de 26 millones. Estas rechazaron las conclusiones de la comisión, pero las autoridades laborales dictaminaron, en diciembre de 1937, que era correcto el estudio realizado y que deberían pagar el aumento fijado por la comisión. Entonces, las empresas apelaron el fallo de las autoridades del &abajo ante la Suprema Corte de Justicia. Recurrieron también a presiones de índole financiera, retirando capitales, organizando una campaña de prensa en contra de los trabajadores y de las autoridades laborales, pidiendo la intervención de sus embajadas y gobiernos.





En medio de una gran expectación nacional, la CTM convocaba a la solidaridad con los petroleros y el STPRM preparaba la huelga. La Suprema Corte dio un fallo favorable a los trabajadores el lo. de marzo de 1938. Las empresas simplemente se negaron a acatar el fallo. El conflicto entró en una fase crítica, o se respetaban las leyes de la nación o su soberanía quedaba en entredicho ante la voluntad del capital extranjero. Concluido el plazo, el 7 de marzo, para que las empresas obedecieran el fallo, el presidente Lázaro Cárdenas anunció la decisión de expropiar las compañías petroleras el 18 de marzo.





De inmediato se hicieron sentir las presiones de los gobiernos inglés y norteamericano en apoyo de las compañías petroleras. Con el primero se suspendieron las relaciones diplomáticas por las presiones que pretendía ejercer sobre el gobierno mexicano; el segundo, aunque tuvo una reacción más cauta, también presionó para que el gobierno mexicano desistiera de la expropiación. Las empresas iniciaron un boicot internacional que dificultaba a México vender su petróleo en el extranjero y hacía muy difícil adquirir equipo y tecnología petrolera. El gobierno mexicano tuvo que recurrir a exportar petróleo a los países fascistas, Alemania, Italia y en menor medida Japón.





En lo interno, las compañías intentaron promover una asonada contra el gobierno de Cárdenas. Fueron conocidos sus nexos con la revuelta del general Saturnino Cedillo. Sin embargo, encontraron poco apoyo. La cercanía de la segunda guerra mundial y la ruptura del frente de las compañías (la Sinclair aceptó negociar a cambio de una jugosa indemnización) permitió sentar las bases para una solución negociada.












LA POLÍTICA INTERNACIONAL.





En el plano internacional la política del gobierno cardenista se desenvolvió en un ambiente tenso, lleno de agresiones por parte de las potencias fascistas que originaron la segunda guerra mundial. El gobierno norteamericano, presidido por Franklin D. Roosevelt, seguía la política del ‘buen vecino”, pretendiendo alejarse de las presiones y las intervenciones directas en la política de los países latinoamericanos pero sin renunciar al control de la región, también buscaba una mayor vinculación regional mediante el “panamericanismo”.





Los principios que animaron a la cancillería mexicana fueron la autodeterminación de las naciones y la condena a las agresiones fascistas. Sobre el primer punto, se obtuvo la aprobación de este principio en la Conferencia Panamericana celebrada en 1936 en Buenos Aires, donde se estableció que ningún Estado podía intervenir directa o indirectamente en los asuntos internos de otro y que en caso de conflicto deberían realizarse consultas bilaterales.





Por lo que toca al otro aspecto, el gobierno cardenista condenó en la Sociedad de las Naciones la invasión emprendida por el fascismo italiano contra Etiopía, votó a favor de las sanciones económicas contra Italia y se opuso a que se levantaran dichas sanciones; también condenó al gobierno nazi de Alemania cuando se anexó Austria y cuando invadió Polonia provocando la guerra mundial.





En el caso de la guerra civil española, condenó la participación de Alemania e Italia a favor de los rebeldes contra el gobierno republicano español y pidió el apoyo internacional para éste en la Sociedad de las Naciones, aduciendo que la República era víctima de una intervención extranjera. Mientras que las potencias europeas y Estados Unidos se desentendían de la República, con el pretexto de la neutralidad y la “no intervención”, México la apoyó abiertamente, incluso fue uno de los pocos países que le vendieron armas a la República española. Cuando se consumó el triunfo de la Falange y la derrota de la República, Cárdenas abrió generosamente las puertas del país a los refugiados españoles.





El asilo a León Trotsky, dirigente de la revolución rusa de 1917, provocó críticas al gobierno de Cárdenas por parte de las fuerzas de izquierda, entre otros por Lombardo Toledano y el Partido Comunista; pero Cárdenas se mantuvo firme en su decisión de asilarlo.





El conjunto de la actividad internacional del gobierno cardenista prestigió a México, fortaleció su soberanía y propició manifestaciones de apoyo en distintos países latinoamericanos cuando se decretó la expropiación petrolera.











7.6 El nacionalismo Cultural





En la economía porfirista se privilegió al capital extranjero, y como respuesta a ello, se avivó y revaloró la esencia de lo que significaba ser mexicano y esa unión que permitió el movimiento revolucionario.

Pasada la revolución el sistema educativo encabezado por José Vasconcelos, fue un elemento significativo para revalorar la identidad mexicana a través del orgullo sobre lo indígena y la exaltación de las clases trabajadoras, con el fin de transformar a la sociedad por medio de la educación.













Sin embrago, fue principalmente a través del sistema educativo de la SEP (Secretaría de Educación Pública), que se difundió un nacionalismo mexicano que promovió valores y características de lo que para entonces se conceptuaba como cultura mexicana.





Un ejemplo de nacionalismo en México, fue el impulso del muralismo, corriente artística en la pintura el cual tuvo como objetivo, llevar a toda la sociedad, la enseñanza ideológica de la lucha revolucionaria, aunque además promovió laconciencia social, el valor de las costumbres mexicanas, la lucha de los trabajadores, la lucha campesina, etc. sus mayores exponentes fueron Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros.

Otro elemento para promover el nacionalismo son los medios de comunicación masiva como las películas, en la época post revolucionaria se utilizó mucho, así que para la segunda mitad de los años treinta, los cines estaban cubiertos por charros y chinas poblanas, cantores y bailadoras, tan típicamente representados en las películas como Allá en el rancho grande, Ora Ponciano, y Ay Jalisco no te rajes, todas ellas de gran éxito en los mercados de habla hispana.

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